Fábrica de Hierro de Artunduaga

    Está documentada la existencia de la Ferrería de Artunduaga desde el año 1629 en la margen derecha del Río Nervión y frente al Puente de Artunduaga, pero es en 1798 cuando se produce en la misma un impulso de renovación industrial pasando de ferrería a fábrica de fundición de hierro con el inicio de la construcción por Patricio Mac Mahon de lo que hubiera sido el primer alto horno de Bizkaia, aunque parece que este horno no se terminó y se puso en producción. Más tarde, en 1807, Lope de Mazarredo pidió permiso para construir un horno “muy elevado”, pero 20 años más tarde la empresa seguía figurando como ferrería en las estadísticas oficiales, de manera que puede que se construyera el alto horno, pero no sería tan “alto “ como para trabajar en primera fusión.
    En 1828 la Fábrica de Hierro de Artunduaga de Ramón de Mazarredo poseía una fandería de cuatro cilindros y seis juegos de cuchillas para el corte, laminado, estirado y adelgazamiento del hierro; un martinete; un torno para metales; un alto horno de primera fusión para hierro colado, otro a la inglesa para la segunda fusión; dos hornos grandes de reverbero para fundir metales; dos pequeños para calentar las planchas que se cortan en la fandería; una fragua para reducir el hierro colado a dulce ; y varias fraguas para las obras de martinete y clavetería. Todo ello movido por dos ruedas hidráulicas, una de las cuales movía los fuelles( los llamados “Pistones de Francia”) que daban aire a los hornos. Fabricaba hierro colado y dulce; planchas de hierro, cobre y plomo; flejes para barricas, hornillos, ollas, planchas, clavos, tubos, verjas, balas de cañón, cables, cadenas, alambres, etc. La fábrica empleaba en esa época a 30 trabajadores directos, sin contar transportistas, fue su mejor momento productivo porque en este año obtuvo un Real privilegio exclusivo y durante cinco años tuvo el monopolio siderúrgico de la zona. Más tarde se produjo la crisis de la siderometalúrgica tradicional y su producción fue decayendo hasta su total desaparición en 1866. No se conserva ningún vestigio de sus instalaciones ni de la Central Eléctrica que se construyó en sus proximidades.

Fábrica de Hierro de Artunduaga